Atracción

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enero 23, 2014 por cabelloruiz

P1000605Francesco Patrizzi, en el XVI, escribió el diálogo Il delfino overo del bacio, nunca publicado y descubierto hace unos años.
El tema de la obra es el misterio de los besos: por qué nos atrae más besar según que partes del cuerpo y por qué preferimos la lengua a solo el labio –el morreo viene de largo–. Su conclusión sería que las emisiones del otro, que deseamos hacer nuestras, son mayores en la boca.
También cuenta por qué escogemos una persona u otra: parece ser que nuestras almas congenian de forma diferente, y que esto tiene que ver con una especie de viaje astral que nuestras ánimas ejecutarían desde los cielos hasta nuestros cuerpos –teorías neoplatónicas–. En este viaje habría almas que se impregnarían de una forma y otras de otra y en el parecido o no de la impregnación… l’amore.
Lo que no explica esta teoría es por qué, entonces, si uno se siente atraído por alguien, debido a las impregnaciones o embebidos, por qué, la otra, por reciprocidad, no te corresponde.
La teoría se cae.

Un tipo en el desierto de Nevada decide, después de leer a Patrizzi, que quiere besar a su alma gemela y comprobar si ese beso sabe o alimenta igual que todos los que ha dado a lo largo de su vida. Con esta idea se instala al final de una carretera, sentado sobre una silla de madera de naranjo y apoyadas las manos en una mesa de aglomerado, con un agujero en el centro que sostiene una sombrilla. Más allá, una furgoneta blanca, con parasol plateado en el parabrisas, que utiliza para dormir. Sobre la mesa, un vaso de agua con gas, una botella de litro y el libro del filósofo abierto por el centro. No tiene más, ni siquiera un cartel que diga qué es lo que hace o espera.
Los que van hacia los casinos piensan que el tipo es un perdedor que pide limosna. Los que salen, que es un estafador que hace el timo de la estampita.

Una mujer, lectora de Petrus Borel, «El licántropo», se baña en el Mar Muerto. Está de espaldas con los brazos extendidos y las piernas abiertas. Ha leído un poema que le ha resultado indescifrable y ha decidido cerrar el libro y relajarse sobre la sal y el agua. Viaja sola, con una maleta roja casi vacía, que a medida que transcurren las vacaciones va llenando de ropa y souvenirs. En la orilla, además del libro, tiene una toalla y una mochila marrones. Dentro de la mochila hay agua, un bote de crema solar factor 8 y una caja de cerillas.
La mujer tiene cerrados los ojos mientras imagina que una brisa acaricia su piel. Cuando el agua, súbitamente, moja sus labios, decide quedarse allí, en la misma postura, hasta que llegue el momento de marchar hacia el hotel.
Los que la rodean piensan que es una señora estrafalaria. El guía, que no merece la pena engatusarla.

5 pensamientos en “Atracción

  1. Candy Candy dice:

    A la porra Cormarc McCarthy!!!!

  2. Candy Candy dice:

    Pues que aún estoy esperando que alguien me explique por qué McCarthy es «tan bueno». Hay gente muchísimo mejor que él, sólo es una cuestión de publicidad y, como siempre, de hegemonía literaria.

    • cabelloruiz dice:

      La literatura anglosajona domina el mercado editorial mundial. No diré que sea el caso de McCarthy, pero si eres estadounidense tienes muchos puntos para que te publiquen en cualquier lugar del planeta. Algunas editoriales te reconocen sin tapujos que solo publican literatura anglosajona. Te dicen que si publican autores hispanos sus ventas bajan. Lo de la literatura nórdica es un oasis en medio del desierto.

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